La figura del agente de contact center durante la pandemia ha sido reivindicada desde muchos puntos de vista. Incluso el marketing se ha apoyado en mensajes como «todos nuestros agentes está teletrabajando» para reforzar la imagen de marca. Aunque a la travesía por dignificar y cuidar a los que están en primera línea de la interacción con el cliente le quedan aun muchas millas por surcar, quería destacar en esta ocasión la labor que desempeñan los coordinadores, los responsables directos de los teleoperadores.
Decía el escritor latino Publilio Siro que cualquiera puede sostener el timón cuando el mar está en calma y es en este mar revuelto, con galernas constantes, donde se pueden aprender muchas lecciones sobre el papel de los «coordis» en la gestión de sus equipos. Liderar en nuestra industria nunca ha sido una tarea sencilla para ellos, hay perfiles muy distintos, se mueven en entornos cambiantes y deben cumplir unos objetivos exigentes. El Covid ha subido muchos peldaños la dificultad de su profesión.
Motivar, analizar y llevar el control de un equipo a distancia requiere un alto nivel de compromiso y una fuerte capacidad para impulsar a las personas. Para mi una diferencia crítica entre lo presencial y el teletrabajo son las sensaciones de sala, si surge un problema – del tipo que sea – cuando estás cerca de las personas lo percibes. Un equipo desmotivado se mira a la cara y se nota. Detrás de un chat o incluso con una videoconferencia es muchísimo más complejo detectarlo. Imaginaros el esfuerzo titánico que están ejerciendo los coordinadores para seguir sintiendo a su gente, para seguir siendo su guía en la tormenta.
Estas palabras son para poner el foco sobre su actuación pero también para reflexionar sobre los medios que debemos poner todos a su disposición. No podemos abandonarlos a su suerte mientras la navegación es cada vez más dura. Estos cinco puntos son esenciales para darles apoyo:
- Reconocimiento: Dentro de la organización, tanto a su figura como líder como a su papel de gestión. Esta recompensa puede ser desplegada de muchas formas y con foco en su desarrollo como profesional.
- Tecnología: El barco ya no puede dirigirse solo mirando la estrellas, hay que dotarle de todos los medios técnicos para que ante las dificultades, puedan cambiar el rumbo y salvar a sus marineros.
- Tiempo: Entender que no es lo mismo gestionar en la lejanía que en la proximidad, que cualquier tarea nos va a requerir más dedicación.
- Formación: Un entrenamiento más intenso para prepararlos no solo para las cuestiones más técnicas – que también son básicas- si no para tener más armas para orientar a sus equipos. El estrés y la ansiedad de los canales de contacto va a incrementarse en los próximos meses.
- Escucha. Darles voz y poner el oído siempre para que puedan transmitir al puente de mando todo lo que está sucediendo en cubierta. Hay muchos enemigos de la escucha, hay que silenciar el ruido ambiental y estar atentos a los mensajes a sus certeros mensajes.
Las coordinadoras – la mayor parte son mujeres – y los coordinadores giran el timón del contact center, están al frente bajo el viento y la lluvia. Necesitan el compromiso de todos nosotros para llegar a puerto seguro.